Nunca pensaste volver a este atolón perdido del Pacífico. Pero recibiste aquella nota y cambiaron las cosas. Comenzaste a tener pesadillas. Es cierto que un capitán no abandona la tripulación. Podrían condenarte. Pero no sobrevivió ninguno. O eso creías. Quién podría vivir en aquella isla, toda roca. Necesitabas volver. Saber la verdad. Ahora, vigilas el islote donde ocurrió la tragedia. Día y noche.
Hasta hoy todo ha sido normal. Ni una señal de vida en la costa. Quizás la nota fue una broma pesada. Sin embargo, un crujir de mandíbulas te ha despertado. Y por fin los ves frente a tu cama, sentados a la mesa. Escuálidos y viscosos pero sí, podrían ser ellos. Espectros de tu tripulación abandonada. Te armas de valor y te acercas. Uno de ellos, se gira. Las vísceras de tu cuerpo descuartizado, resbalan por la comisura de su boca.
Dedicado a la tripulación perjudicada del Manguitos :))
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