Los rayos de sol penetran con más fuerza esta mañana. Claudia desayuna frente al mirador. Aprovechando la ausencia de su madre, abre la ventana y una bandada de moscas asalta la cocina. La niña las observa, con la mirada fija y las manos apoyadas sobre la cabeza. Posan sus patas de alambre en la alacena. Afloran sus trompas y succionan los restos de azúcar que salpican la mesa.
Entonces la niña recuerda que su madre no tardará mucho, que luego volverá el tío Miguel para llevarla al parque de atracciones. Cierra, apurada, la ventana del mirador mientras algunas moscas, atraídas por la luz, se posan en el cristal. Dejan a su paso pequeños puntitos negros que Claudia, enajenada, frota con fruición. Va a su cuarto, coge un cubo verde y una pala de plástico. Corre las cortinas y las moscas quedan atrapadas entre el cristal y la tela, ajenas a su suerte. La niña sonríe con malicia. Pega la cortina contra el cristal y así consigue retener a una mosca. Las alas de la mosca, prisioneras de un escaso centímetro de tela, emiten un zumbido agudo y penetrante. Claudia no se arruga; con el dedo índice de la mano izquierda presiona sobre el lomo de la mosca. Siente el esperado alivio, un crujir seco, mientras la sangre amarillenta de la mosca emponzoña el cristal. La niña suelta la cortina y la mosca cae al suelo.
Claudia la recoge con la pala de plástico y la deposita en el cubo. Busca otra mosca y vuelve a tender la misma trampa. Y otra más.
Al de poco rato, el fondo del cubo verde está salpicado de motas negras. Y Claudia piensa en lo feas, negras y peludas que son las moscas. Tan feas y peludas como las caricias del tío Miguel.
Y se esconden aquí, arrimados a la sombra, emborronando papeles.
Bitácora de Ana M. Blanco
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domingo, 30 de septiembre de 2012
martes, 25 de septiembre de 2012
Mis favoritos/15

Además es fundador del movimiento de la Economía del bien común, cuyo precepto fundamental está basado en uno de los principios de la Constitución de Baviera : que la economía debe estar al servicio del bien común. Christian cree que como demuestran en muchos casos las redes de comunicación, el talentismo se está iniciando aquí y ahora. Antepone al caos actual un modelo económico más cooperativista. Y no es sólo utopía. Al movimiento fundado por Christian Felber ya se han unido muchas empresas en diferentes países.
lunes, 24 de septiembre de 2012
Muñequitas
Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas. No tienen ni pasaporte ni tarjeta de residente. Así, Nancy es Lesly, Barbie es Kitty, Rosaura es Gisela. El negocio es más rentable y el cliente no se da cuenta: recuerda los nombres pero no sus caras. Es importante que los cambios sean sucesivos. Con paciencia y perseverancia ellas olvidan hasta el de pila. Sólo entonces conseguimos la muñeca perfecta.
Y Gisela, apilada con las demás en el cuartito oscuro, la espalda contra la puerta, la manos entrelazadas, se entrega a su letanía: Beatriz, me llamo Beatriz.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Mis favoritos/14
imagen tomada de la red
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