-¡No están!, grita la voz del extraño que derriba la puerta y comienza a inspeccionar alcobas, armarios y balcones.
-¡Proceda!- ordena- y le sale una voz chillona, cobarde, que da paso a un ruido seco y continuo de tiras adhesivas.
-Ya terminó- les consuelo- y repaso un vuelo menos agitado, más técnico. Me arrojo desde la lámpara, en picado. Veo su culo gordo envuelto en el pantalón de tergal y extiendo mi aguijón cargado de rabia y veneno mortal. Debo ser infalible, así lo esperan ellos, que siguen mi trayectoria pegados al techo, con sus nuevos ojos facetados.
Mi aportación a la 2ª Jornada. Compartimos en la alambrada.
ResponderEliminarConvertirse en insectos para... oye, es una idea.
ResponderEliminarSer especies invasivas, de esas que están tan de moda, Luisa
EliminarUn abrazo.
En lo que nos hemos convertido ante los ojos de los poderosos...
ResponderEliminarMe abres un universo de pensamientos.
Muy bueno :-)
Bueno, pues que sean buenos pensamientos.
EliminarUn abrazo, Jose Luis
Ay, espero no tener que convertirme en insecto. Muy buena tu aportación Ana.
ResponderEliminarTe he dejado una mención en mi blog.
Saludos.
Gracias por la mención, Yashira. Y encantada de que te haya gustado,
EliminarUn abrazo
Ana, una solución a tener en cuenta para cuando sea menester. No hay derecho que nos traten como insectos en muchas ocasiones sin que nos defendamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Nicolas. Tomémoslo como un plan B.
EliminarUn abrazo
¡jejejeje! O nos ven como insectosy nos liquidan en un plis,plas o nosotros, como insectos, nos juntamos y nos convertimos en plaga. No podrán con tantos. (Yo escojo ser "mosca cojonera").
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario.
Tienes razón,Anna. Gracias por devolver la visita.
EliminarUn abrazo.
Hola, Ana.
ResponderEliminarAtancando como insectos... No estaría nada mal, en ocasiones, disponer de un envenenado aguijón.
Besos, me quedo.
Y yo encantada de tener una más para tomár el té ;)
Eliminar¡Vaya, estoy por apuntarme a esa metamorfosis! Por lo menos tendré claro que de mis picoteos se enteran.
ResponderEliminarBesitos
Y serás diminuta y persistente, como un micro.
EliminarUn besazo, Ely
De cazadores cazados y de reconversión para subsistir. Muy bueno Ana.
ResponderEliminarUn saludo desde el alambre.
¿Acaso queda otra?
EliminarAbrazos
Doble lectura, la que se narra y la de que estamos, somos insectos, no nos queda nada de la fuerza que los hombre pueden contra el terror del estado. Picar el culo del funcionario, eso es lo que nos dejan.
ResponderEliminarNo te olvides, de que la picadura es mortal. Ni de las plagas de langosta en Egipto ;)
EliminarBesos
Plan de contingencia, entiendo. Metaforsearnos en insectos y contribuir a un ataque certero.
ResponderEliminarUn micro de doble lectura, en la que no veo el culo del funcionario que dijo Ximens encima mío, pero que al parecer, se somete a diversas lecturas e interpretaciones. Yo veo "otros culos" mucho más poderosos.
Besos Ana y que disfrutemos de lo que nos dejan.
Ahí, ahí. Lo que pasa que en el contexto del micro, pues al pobre funcionario :(
EliminarSe me olvidó, Laura. Muxutuxak,
Eliminar¡Qué bueno, Ana! ¡Me gusta! Suscribo, palabra a palabra, el comentario de Ximens.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo qué voy a decir, con el ego exaltado por tanta alabanza. Descuida, se me pasa a la tarde, :)
ResponderEliminarAbrazotes
A mí también me gustaría inocular alguna vez una buena ración de veneno.
ResponderEliminarBuena metamorfosis.
Triple de abrazos.
Nada, Lola. No te cortes y dale a la primera jeringuilla que tengas a mano.
EliminarTriple ración de besos