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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Expiación

Papá ¿tú no tienes frío? Debe ser la  humedad, que me empapa el jersey. Esta noche la he pasado tiritando. Por eso coloqué el cartón contra la ventana y dormí con los calcetines. Pero me rondaban los ratones y temía algún mordisco. Habría que encender un fuego ¿no, papá? Tienes la cara pálida. Encontré unos leños secos en la escombrera de atrás que aguantarán todo el día.  Mira que amanece y no podrán distinguir ni la luz ni el humo. Ahí afuera está todo cubierto de una niebla espesa. Y ellos también descansan ¿no, papa? Y hay que curar esa herida. La casa tiene agua, papá. Hay un pozo a rebosar. Te lavaré esos trapos empapados, los secaremos al fuego y me contarás historias mientras calentamos las manos junto a las llamas. Esos visillos tan negros los  volvería yo blancos, papá. Podríamos vivir aquí ¿verdad? Dejaríamos pasar el tiempo,  nos olvidarían, encenderíamos fuego todo el invierno y sembraríamos el huerto en primavera.

4 comentarios:

  1. Me ha recordado "The road", no te haces ni idea de cuanto.

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    1. Jo, ahora no recuerdo si la leí. La buscaré. Besos, Luisa

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  2. Ana, triste relato, que aunque no me queda muy claro si están ambos muertos, creo que solo el padre, nos narra una realidad cada vez más cercana. Creo que se están ganando el cielo, su cielo, los políticos me refiero. Ese "nos olvidarían" me parece muy certero, ese que nos dejen en paz de una vez. Por cierto, para ser un despojo tiene más de cien palabras, supongo que es un reciclado. Haces bien en reciclarlos.

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  3. Sí, Ximens. Me gusta reciclar y reutilizar. Creo que hasta podría hacerlo mucho más largo. Besos

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