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martes, 25 de junio de 2013

Mis favoritos/29



 Cuando leí Historias mínimas  me pareció un verdadero descubrimiento. Teatro mínimo, surrealista. Microrrelatos en esencia pura. Un buen material para iniciativas como las de "Microteatro por dinero", se me ocurre. 
 Javier Tomeo frecuentaba con Herralde el polígono mágico: una serie de bares de las Ramblas y de Plaza Cataluña como eran el Moka, la Granja Royal, el Zodiac, el Lugano. Entonces, según Herralde, en algún recorrido del camino, Tomeo sacaba sus "textos piscopáticos". Muchos de ellos se recogen en este libro.
 Javier murió el sábado pasado víctima de un ataque de ciática, que se complicó por una infección que contrajo en el hospital.
 Esta reseña, por tanto, tiene un regusto amargo. Para mí era un escritor enigmático, para los que lo conocían, ingenioso, charlatán y muy afable. Siempre reprochó que no se le valorara lo suficiente y tenía razón. En Alemania y Francia, sin embargo era muy apreciado.  Nos deja una obra póstuma para el otoño "El amante bicolor" y alguna recopilación de micros que saldrá probablemente el próximo año. Este video representa el relato "La corbata".

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