Páginas

martes, 6 de noviembre de 2012

Precario


  El anochecer  dibuja su silueta tambaleando entre callejones hasta llegar al  hospital. Ya son meses desde aquel día en que tras una borrachera de sangre, perdió el  equilibrio,  empotró su rostro contra la pared y perdió un colmillo. El otro, el sano, se le fue astillando. El dentista aconsejó un puente que demasiadas veces se soltaba con la consiguiente solfa de la víctima, quien tras el estupor inicial, huía muerta de la  risa. Cada vez  le era más difícil llevarse un cuello a la boca, incluso un pescuezo. Quizás hoy tenga suerte y consiga una de esas bolsas de litro. Aunque la gente es un asco, cada día hay menos donantes.

2 comentarios:

  1. Me he reído con la fatalidad de este pobre vampiro, pero al final es que hasta me ha dado "penita" ¡pobre! Me ha gustado mucho.

    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿de veras? era de estos reciclados que tenía por allí y nunca me acabó de convencer. Ahora lo veo con otros ojos.
      Besos

      Eliminar