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miércoles, 24 de octubre de 2012

Perico "el triste"

 A Perico, el hijo del enterrador, le hacían burla y le llamaban "el triste" los niños de la escuela. El pobre Perico, que era de temperamento tranquilo, se encogía de hombros, metía las manos en los bolsillos y se daba la vuelta, mientras golpeaba con las deportivas sucias, los terrones del camino. Una tarde de esas de verano en las que el calor vaciaba las calles del pueblo, al hijo del enterrador se le vio cabizbajo camino del cementerio. Soplaba un aire cálido que le arrancó al niño una lágrima como una almendra. Abrió la verja, encendió la vela de olor que traía en el bolsillo y se sentó bajo el castaño grande, el que daba sombra a su compañero de juegos.

1 comentario:

  1. Me gusta este personaje y el tono con que nos hablas de él. Es una imagen triste, melancólica. Si tengo que poner una pegas es en ese final, lo veo un poco forzado lo del primer apellido igual al segundo suyo, no sé, buscaría algo que sugiriera quién está allí.
    Espero que no te moleste que te lo diga.

    Besitos

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