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miércoles, 10 de octubre de 2012

La vida en tablas


 A mi mujer no le gusta que me invente estrategias, eso lo sabe toda la peonada que le anda siempre con reverencias. Para evitar habladurías, me reuno con ella en el gabinete, que es donde tomamos las decisiones importantes. Estos últimos años, tras aquel lance que casi me costó la vida, apenas hago comentarios. Me limito a contemplar cómo apunta las jugadas, sin levantar la vista . Luego se las envía a un tal Kasparov y reza para que a mí no me pase nada.

8 comentarios:

  1. Muy interesante este relato, con tantas referencias y que aún así despista hasta el final. Me imagino a la típica maruja enviándole jugadas al mismísimo Kasparov.
    Muy bueno, Ana
    Besos

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    1. Te lo agradezco mucho, Anita. Era uno de esos micros que encontré revolviendo archivos.
      ¿qué tal tu periplo de visitas? ¿Sigues en Madrid?
      Besos grandotes,
      Ana

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  2. ¡Brillante, Ana!

    Este es uno de esos micros en los que el lector ha de descodificar la plurisignificación tanto de lo referido como de lo elidido. Y, tras ello, en la relectura disfruta viendo cómo le has dejado las pistas.

    Un saludo,

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    1. Gracias, Pedro. Era lo que intentaba.
      Un abrazo grande,
      Ana

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  3. Me da mucha rabia quedarme fuera del relato, asumo que es problema mío. Leo los dos comentarios y apenas avanzo un poco. Es la etiqueta "ajedrez" la que quizás me de un poco de luz y me imagino que el protagonista el Rey. Así encajo, por lo menos eso creo. Y entonces me gusta la imaginación e incluso veo el micro un tanto divertido e irónico. No sé.

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    1. Pues claro que sabes, lo has desentrañado todo tú solito. Y a lo mejor es problema mío, Ximens. Un abrazo grandote
      Ana

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  4. De cria jugue al ajedrez, no era muy buena, demasiado lanzada y no he podido evitar reír pensando que ojalá me hubiera imaginado a esa reina mandando mensajes a Kasparov, jajaja.
    Me encantó.

    Besitos

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    1. Seguro que fue durante tu temporada en Amorebieta, en mi clase teníamos hasta exámenes "teóricos" de ajedrez.
      Besos

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