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jueves, 12 de enero de 2012

El Salomón de Entrambasagüas

 Al diablo no le gusta ahora  que le vuelva con velas a San Judas Tadeo. Al diablo le gustaba rondarme la oreja, que se la preparase a Don Eustaquio, el curilla nuevo,  que gastó el dinero del Obispado en arreglar mi casa.
El diablo insistía en que Don Eustaquio desobedeció la ley de Dios que emana del Obispado. ¡Gracias al Rey Salomón que me inspiró con lo del vino al cianuro! Don Eustaquio ganó el cielo y el diablo me dejó tranquilo.
 Poco duró la cosa;  mal rayo les parta a los dos que  me andan todo el día pon velas, quita velas.
 

2 comentarios:

  1. Hola Ana, vengo a leer tu diablo ;)

    Siempre te lo digo pero admiro de ti el humor irónico y fino, con mucha clase que te gasta en algunos textos.

    Muackas!

    Rosana

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  2. Jaja, qué bueno Ana,
    qué pesaditos tanta vela pa'lante y pa'trás ;-)
    Lo del otro día para repetir ¿eh?
    Besitos

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